Multimedia antes de la Multimedia
“La invención de Morel”.
Abstract
En este texto exploro el uso de
estrategias para crear ilusión de realidad y cómo la interacción del Hombre con
simulacros tecnológicos impacta en la conciencia. El objeto estudiado es un
particular sistema, descrito en una novela, el que aquí interpreto como una “Multimedia”.
Lo notable es que dicha construcción fue concebida en 1940.
Adolfo Bioy Casares, autor
de la novela “La invención de Morel”,
describe un sistema de proyección de imagen y sonido que se proyecta en el espacio multidimensional. Lo que el
autor define como “la invención” y que aquí asume nombraré como “sistema” tiene
como objetivo dar ilusión de realidad a lo que es apariencia, simulacro. En el momento de su publicación la obra fue interpretada, como otras del autor, dentro
del género fantástico. Hoy resulta ser un texto de anticipación científica ya
que el sistema descrito podría realizarse con el uso de Nuevas Tecnologías.
Planteo entonces como hipótesis que Bioy
Casares concibió, en la personificación de un tal “Morel”, la creación de una
máquina y un sistema que hoy podrían ser considerados una Multimedia. Soslayo
los valores literarios de la novela, por no encuadrar los límites de este
ensayo y porque dudo que alguien pudiese ejercer tal oficio, luego de que al
prologarlo, Jorge Luis Borges la adjetiva como “perfecta”. Me refiero pues, de
forma excluyente, a las tecnologías descritas en la trama y su relación con las
Nuevas Tecnologías.
El autor concibe la coexistencia de mundos paralelos, uno real otro
ilusorio, dualidad que traduzco al binomio analógico
– realidad en la que el protagonista desarrolla la acción - y virtual,
en la forma de las ilusorias imágenes y sonidos que percibe, virtualidad en la
que él mismo se sumerge al final de la novela. La tecnología desarrollada en la trama integra
una máquina con cámaras de captura de
imagen, sonido y “sensaciones” que son grabados como dato soportados en discos;
una máquina de proyección y un sistema de generación de energía
programado para hacer posible la emisión en lo que hoy denominamos loop playback, en ausencia de un operador, mientras que el Sistema es
documentado en un informe con rigor científico.
Se concibe en la trama que un ente
del mundo real (analógico) establezca vínculos emocionales con un ser de otra
naturaleza: una construcción tecnológica de base matemática. Es frecuente en
literatura y cinematografía la exploración de vínculos entre el ser humano y
entes creados por el hombre, como robots y también seres fantásticos,
habitantes ultraterrenos, sobrehumanos, infrahumanos, intergalácticos,
metafísicos. Se ha explorado también la fantasía de la posibilidad de dos
planos de existencia paralelos (baste citar “La trama celeste” del propio Bioy
Casares, como a Lewis Caroll y las aventuras de su “Alicia”). También
profusamente se ha indagado sobre el frágil linde entre lo visionario y lo
real, entendidas las visiones como sueño, pesadilla o alucinación. Lo nuevo en
“La invención de Morel” es el vínculo emocional que se establece entre un
humano y una ilusión tecnológica. Se
plantea la ausencia de lo que hoy llamaríamos interfaces (de lo que se desprende el haberlas concebido) que
impedían vincular el mundo del protagonista al de las imágenes. El soporte de
las mismas eran discos, cuando en 1940 la imagen tenía como soporte la cinta de
celuloide, reservándose el término “disco” para el registro del sonido. Por
cierto, la dimensión metafórica de la captura del alma de los sujetos expuestos a la máquina, excede el encuadre
tecnológico de este ensayo.
Bioy Casares, por cierto sin
proponérselo, describió el complejo sistema de una Multimedia, subrayando los
efectos que tiene sobre la conciencia humana la experiencia de explorar los
lindes entre la vida concreta y la ilusoria, por medio de una invención: una “Multimedia”.
I
1.1. La
trama de “La invención de Morel”
El texto narra los pesares físicos y
psíquicos de un protagonista cuyo nombre desconocemos y que llega a una isla en
calidad de “prófugo”. Allí percibe la existencia de un grupo de hombres y
mujeres que parecen vivir en un pasado reciente, a quienes llama “intrusos”. Intenta
interactuar con ellos sin lograrlo. Considero que ese infructuoso anhelo de
vínculo (ausencia de una interfaz) es una de las mayores riquezas literarias del
texto. El protagonista que ve y oye a
los intrusos, los supone tan reales como él (analógicos), para
descubrir finalmente que son una simulación, imagen y audio proyectado en el
espacio multidimensional.
Las
“imágenes” parecen habitar singulares construcciones de la isla mientras que el protagonista permanece escondido en los
anegados bajos cercanos al mar. Da a los “intrusos” estatuto de reales, para
descubrir luego que son el resultado de una proyección mecánica, un complejo Sistema Programado a tal efecto (un
Software). No podía interactuar con las imágenes y tampoco podía modificar lo,
luego supo, había sido programado. El
simulacro estaba tan perfectamente urdido que al creer que estos seres eran reales, el protagonista se enamora de
una de las “habitantes” de la isla: Faustine (1). Pero al cabo de observarlos, percibe
que reiteran sus acciones, que no lo ven ni oyen y actúan como si los rodeara
un ambiente glamoroso, cuando veía al mismo tiempo que las construcciones
estaban degradadas por el paso del
tiempo. Notó que había imágenes superpuestas, gestos y diálogos que se repetían.
Todo intento de vincularse con ellos era vano. Toma conciencia que lo que
percibe es un simulacro, una realidad diferente a la naturaleza física de las
cosas y de sí mismo. En su esmerado intento por interactuar con ellos – especialmente
con Ella – sin lograrlo, el prófugo se afana en descubrir los secretos de la
isla y advierte que el objeto de su amor
y sus pares, incluido el inventor del sistema, un tal Morel, son imagen. Él es un
ser fenoménico, analógico, los habitantes de la isla, imagen proyectada.
Aún sabiendo
que la mujer amada tiene la naturaleza de una imagen, en su afán por vincularse
con Faustine, logra desentrañar el Sistema que hace posible el simulacro: se
componía de máquinas de captura y grabación de datos soportados por discos, máquina de proyección, y un sistema
de generación de energía que permitía que las proyecciones se repitieran (en loop playback) en ausencia de un operador. Los intrusos habían sido invitados por Morel
a vivir una placentera semana en la isla, y sin que lo supieran, habían sido
grabados por la singular máquina. Su felicidad había sido capturada y era proyectada
“eternamente”.
1.2.
Mínima
imperfección del sistema.
Percibiendo dos lunas en el cielo y observando que las imágenes
también solían duplicarse, desfasarse, concluye que la isla en realidad está
desierta y que cuanto ve es una proyección que se repite indefinidamente. La mínima imperfección en el sistema es
lo que encadena las ideas que lo habilitan para darse cuenta que está ante un
simulacro y aunque la sala de controles con las máquinas parece inexpugnable,
logra ingresar y descifrar el enigma. Las imperfecciones de la imagen se debían
a que la energía que alimenta el sistema era hidráulica – provenía de las
mareas - por lo que era inestable y variaba con la aleatoriedad de los vientos.
Como el
personaje de Truman en la película “The Truman show” (Weibel, P. 1998) (2) el prófugo es engañado por un
simulacro que interpreta como realidad. Mientras que en el film lo ilusorio son
los acontecimientos, para el
protagonista lo ficcional es la presencia, que suponía analógica, de
quienes percibía. Contrariamente a la elección de Truman, quien opta por romper
con lo ilusorio para exponerse a la aleatoria realidad, el prófugo decide devenir
él mismo ficcional. En un desesperado intento por ser de la misma naturaleza inmaterial
que Faustine, consigue operar la “máquina” y capturar su propia imagen,
quedando inesperadamente contenido en otro
disco. Con la esperanza de que en el
futuro alguien pudiera inventar un sistema para vincular los datos de ambos – un nuevo software,
quizá una interfaz – redacta un preciso informe sobre el funcionamiento de la
“invención”.
II
Antes y después de “La Invención de Morel”
2.1. Génesis de una obra.
Jorge Luis Borges, autor del prólogo de “La invención de
Morel” y gran amigo del autor, sostiene que la obra se basa en el texto
fantástico de H. G. Wells: “La isla del Dr. Moreau” (1896). El mismo texto es
citado por A. Bioy Casares en su cuento “La trama celeste”, en el que también
concibe la posibilidad de existencias paralelas.
El nexo entre la obra de Wells y los textos de Bioy
Casares es anecdótico a los fines de esta hipótesis: hay similitud en los
nombres del inventor, Moreau/Morel y en ambos casos los hechos suceden en una
isla en la que ocurren situaciones extraordinarias protagonizadas por un
prófugo de la justicia. Pero la trama de Wells especula en torno a Darwin y la
biología mientras que “La
Invención de Morel” interroga la naturaleza de la imagen, sustantiva
la persistencia en el tiempo de la imagen capturada, en una trama que gira en
torno al desarrollo de complejas tecnologías. Si el nombre Moreau/Morel fue un
punto de partida, no es ciertamente su punto de llegada.
2.2. Un sistema matemático
En declaraciones a la prensa (2008) (3) Bioy Casares
manifestó que ignoró las ciencias duras hasta tomar lecciones de álgebra con el
Profesor Felipe Martínez, quien abrió para él las puertas de las matemáticas
que desde entonces juzgó fascinantes. Son estos principios matemáticos los que
permitieron la lógica que hace creíble la invención de Morel, de sustrato
puramente racional y de base matemática, como la lógica digital. La
singularidad del texto estriba en que su proyección metafísica, el anhelo de
eternidad, se concreta por medio de una invención tecnológica.
La “invención” puede considerarse un complejo software operado por un anacrónico hardware, vinculado a un proyector capaz de lograr un casi
perfecto simulacro sobre el espacio multidimensional. La mención de que la
máquina era capaz de grabar sensaciones, en su momento fue una invención
fantástica, pero es hoy podría ser posible en el campo aún embrionario de la Realidad Virtual.
La primer tecnología que permitió la proyección sobre un
espacio tridimensional tal como lo percibe la mente humana - sin el uso de ningún
tipo de gafas u objetos extracorporales
- fue la holografía, creada primariamente por Dennis Gabor en 1947 (4). Las cámaras de la “invención” de Morel capturaban sin
embargo el movimiento, lo que podría acercar la “invención”, a la
cinematografía 3D que se logró
tempranamente (1922) (5), con el
auxilio de gafas correctoras de la visión estereoscópica. Pero aún la tecnología
digital 3D más sofisticada, como la de los nuevos films comerciales de efectos
especiales (“Avatar” de James Cameron
2009 -IMAX 3D o “Alicia en el país del las maravillas” de Tim Burton
2009 - Disney Company), se proyectan sobre un plano. El prófugo veía a los “intrusos”
en un espacio multidimensional. La primera proyección de cine 3D en color realizado
con cámaras estereoscópicas, data de 1937 (7). Cabría (mal) suponerse
que Bioy Casares pudo haber conocido la existencia de las cámaras
estereoscópicas y dotar a la “invención” de este instrumento, pero siendo el
texto puntualmente descriptivo de las acciones y sentimientos del prófugo, en
ningún momento cita este tipo de cámaras o que el protagonista usara gafas para
integrar las dos imágenes de la filmación estereoscópica y sí en su lugar informa
con total claridad, que la visión doble
de las imágenes se debía a la imperfección de la provisión de energía debido
a la inestabilidad de las mareas.
La hipótesis de que la “invención” haya sido inspirada
por este tipo de cinematografía nos aleja de lo que puntualmente el autor
declaró en al ser entrevistado (8), sosteniendo
que si bien el cine fue un aporte para su creación, la concepción de todo el
sistema que describe en la novela tiene
una base matemática, como todo sistema digital. El Profesor Felipe Martínez
hizo un buen trabajo con su joven alumno de matemáticas.
2.3.
Citas del texto
La novela impactó fuertemente sobre artistas y ensayistas
que se basaron en su trama. La primera cita implícita de la novela es la
película “Hace un año en Marienbad” (Alain Resnais 1961) (9), mientras que otro film, “El
afinador de piano de los terremotos” (De Quay Brothers 2005) (10) es un
homenaje explícito. La popular serie televisiva “Lost” (1º temporada en 2005) (11) atrapa
a la tele audiencia con lo que originalmente fue una velada cita no explícita,
desdibujada y descolorida de la profundidad metafísica del texto: los misterios
suceden en una isla a la que llega un prófugo (encarnado por una mujer), se
llama “intrusos” a los previos habitantes de la isla y un grupo de personas
sufre contingencias semejantes a las del protagonista de la novela, para
descubrir también que están sujetos a un maléfico inventor y a una destructiva
maquinaria; como en la novela hay
discontinuidad en el tiempo y planos de existencias paralelas.
Videos cortos y ensayos basados en la obra de Bioy
Casares circulan libremente por la
Web (12) expresando la amplia difusión de la críptica pieza literaria que seguirá siendo
citada como si fuera un prisma que ofrece múltiples costados, tal el
involuntario destino de las grandes creaciones del arte.
III
Enfoques para la Interpretación del
texto
3.1. Alucinación, metafísica o
simulacro digital
La obra de arte es multisémica y se ofrece a distintas
interpretaciones según la mirada sensible, intelectiva y epocal del
espectador/lector.
El encuentro de humanos con seres de otra naturaleza fue
largamente explorado por el arte en sus distintas disciplinas. Del mito a la
leyenda, novela, poesía o dramaturgia, el
Hombre se vinculó con superhombres;
distintos tipos de hadas y duendes; fantasmas; dobles de sí mismo, “avatars”, robots. Confundió sueños, pesadillas o
alucinaciones con realidad sensible. Pero en “La invención de Morel” el hombre
se enfrenta a una simulación
tecnológica, lo que da lugar a este ensayo.
Desde un encuadre psicológico cabría suponer que lo vivido
por el prófugo es una proyección de su propio pensamiento, gestado por el amor
que despierta en él la mujer que en principio supone viva y por quien se ha
sentido ignorado y desdeñado. Podría suponerse que la “invención” es una
fantasía del protagonista y que los “intrusos” habitan realmente la isla sin que
haya fenómeno paranormal alguno. También es posible que lo percibido fuera
pesadilla o alucinación, comprensible por su condición de prófugo llegando a
una isla desierta y anegada, sufriendo pesares que lo incapacitarían
psicológicamente para distinguir ficción de realidad.
Desde un enfoque metafísico, las imágenes podrían
interpretarse como presencias fantasmales. Pero. Aunque el protagonista
alucinara, o las imágenes y sonidos fueran espectros, el sistema tecnológico descrito responde a una lógica que fue necesariamente concebida por el “alucinador”.
Así, aún considerando otras interpretaciones, los inventos que lleva a cabo Morel
han debido ser pensados y descritos por el autor del texto.
IV
La
imagen capturada.
4.1.
Roland Barthes y la fotografía.
En
“La cámara lúcida” Roland Barthes (2005) sostiene que “…la fotografía sólo
adquiere su valor pleno con la desaparición irreversible del referente, con la
muerte del sujeto fotografiado…”(13) (p 22), la lente de una cámara captura un instante del referente que es “momificado” en el momento de la toma, asumiendo,
según Barthes, condición de “momia”, sinónimo de Muerte. Cine y videografía
tienen la capacidad de registrar el movimiento mediante la captura de imágenes
fijas, que en sucesión de 24 o 29/30 fotogramas por segundo, recrean la ilusión
de movimiento. Cada fotograma como “momia” de un instante. Al proyectarse
recrean ilusoriamente la vida de esas “momias”, se “animan”, reviven. Paradoja
de la imagen capturada: Tiempo, Movimiento, Vida, Muerte.
En la
novela, los habitantes de la isla no conocen el real motivo de la invitación
hecha por Morel. Ignoran la existencia de la máquina y el haber sido grabados,
como desconocen que aquella maléfica “invención” capturaría su imagen, sonido y
sensaciones pero que al exponerse a las lentes, morirían. Morel no deseaba su
muerte física, perseguía por el contrario su eternidad, momificando en cada
fotograma la felicidad que expresaba cada toma. Mediante el complejo Sistema la
proyección se programaba para repetirse indefinidamente. La dicha de una semana
sería “eterna”. Barthes se refiere a la muerte del instante fotografiado, pero a la captura de la imagen como capaz de
darle eternidad. Quienes se exponían a las cámaras de Morel morían, no literaria,
sino literalmente. Alto precio a pagar. Morían a la vida analógica para “vivir” una existencia virtual, como imagen y sonido, ajenos a la degradación que impone el
tiempo sobre los seres vivos ¿Necesidad del autor de negar la propia muerte, la
de todos y el terror que esto gestiona en la conciencia?
El plan
de Morel era un Crimen perfecto (Baudrillard 1996) (p
15) (14) donde lo que
resulta muerta es la propia realidad, ocupando su lugar la ilusión de realidad. Sería propio del pensamiento
mágico suponer que una cámara puede aprehender el alma del sujeto. Es propio
del pensamiento racional saber que el
instante capturado por una lente no vuelve a repetirse y que la toma fotográfica,
cinematográfica o videográfica no se apropia de alma alguna, pero Sí convierte el
instante de la toma en Momia de lo
que fue y es capaz de permanecer eternamente
en la captura, tal como era en el instante de la toma. En el caso de la toma
cinematográfica, repitiendo eternamente
idénticos gestos y acciones, como los jóvenes
y felices referentes capturados por la invención de Morel.
V
El hombre preso de una tecnología
5.1 La ficción cinematográfica
En “2001 Odisea del Espacio” (15) (1968) Stanley Kubrick concibe
un vuelo espacial programado por una computadora llamada “HAL”, sigla que alude
a los procesadores IBM (en el alfabeto H precede a I, A precede a B, L precede
a M). “HAL” toma el control del vuelo y somete a los humanos de la nave. Mueren
a su existencia analógica y nace un hombre nuevo ¿Acaso un neo-hombre, que será el protagonista del nuevo paradigma que
gerencia la sociedad de las TIC (Tecnologías para la Información y la Comunicación ?
“Neo”, es el personaje creado por los hermanos Larry y
Andy Wachowski para la trilogía cinematográfica “The Matrix” (de 1999 a 2003) (16).
Vive, como el resto de los humanos, dentro de una simulación virtual, que
es la Matrix. Un
sistema de Inteligencia Artificial ha dominado al mundo y necesita de la
energía “natural” (que le proveen los humanos), en la novela la energía provenía
de vientos y mareas. A diferencia del protagonista de “La invención de Morel”
Neo opta por subvertir el sistema y salir de la artificialidad. La trilogía de
este film, como “2001 Odisea del Espacio”, coinciden con el texto en desarrollar
el difícil vínculo entre el Hombre y un Sistema artificial. Puede tejerse un
paralelo entre la confrontación de los astronautas con “HAL” y de “Neo” con la Matrix , con el padecer del
prófugo ante la “invención” de Morel. Mientras que “Neo” prefiere escapar al
Sistema, el prófugo se entrega a la “invención”, voluntariamente. Ambos
coinciden en ser tentados, uno por el afán de conocimiento, el otro por amor.
VI
Ilusión de realidad.
6.1. Simulacros
Al desarrollar su “Hipótesis del lago” Roman Gubern (1987)
(17) reflexiona sobre el
proceso de hominización y la creación de la primera imagen icónica. Según su hipótesis
la conciencia de “sí mismo” y “del otro que no soy yo”, es posible en la mente
del “Homo pictor” al ver su
imagen reflejada en la superficie de un lago. Ese acto de autoescopia habría gerenciado su capacidad para crear duplicados icónicos de la realidad sensible.
La primera tecnología
(18) que lo hizo posible fue la pintura, que facilitó la re-presentación
de entes analógicos, mediante otro sistema analógico como son herramientas,
pigmentos y soporte. Pero la pintura recorre un largo y sinuoso camino hasta consolidar en el Occidente Moderno una
tradición de verismo, semejante al originario reflejo en la superficie del lago.
Una fuerte fascinación acompañó a la inherente capacidad de la pintura de espejar
el mundo. Fascinación que capturó el interés de la Modernidad y se hace
sustantiva y autoreferencial en el arte del siglo XX, en la producción de artistas como Marcel Duchamp y René Magritte. Los “objetos” creados por Duchamp y más
explícitamente en las irónicas pinturas de Magritte, se induce al espectador a una
reflexión sobre el simulacro del realismo pictórico (19).
Duchamp legitima el “Ready Made” (20) como obra de arte al proponer como tal objetos que no son creados por el artista y que están
en-lugar-de lo que solía ser re-presentado. La presentación suplanta a la
histórica imitación.
Alrededor de 1816 Nicéphore Niepce realiza la primera
fotografía concretando una tecnología, menos artesanal que las precedentes (21), para la captura/duplicado de la realidad sensible. Sus
sucesoras, cinematografía y videografía, incorporan tecnologías aún más
sofisticadas, incluso la citada filmografía 3D, con el fin de lograr el mismo objetivo:
que un referente sea capturado por una lente para luego proyectar o emitir
su imagen de forma lo más veraz posible, espejo de la realidad sensible.
La primera presentación cinematográfica fue de género
documental (22) pero
el cine, por el contrario, se consagró
como espectáculo ficcional. Al ocupar su
butaca el espectador pacta con el realizador suspender su incredulidad durante el tiempo de la
proyección. También el “prófugo” - el protagonista de la novela - al descubrir
que está en presencia de un simulacro, pacta consigo mismo ser parte de la
invención, suspende su incredulidad y se entrega a la posibilidad de ser él
también eternidad contenida como dato, sin intermediación de deidad o
demiurgo alguno, sino por las razones y acciones de un sistema lógico de raíz
matemática.
6.2. El simulacro virtual.
Las Nuevas Tecnologías gerencian,
para el nuevo cine de espectáculo, efectos especiales realizados con sistemas
vectoriales que resultan perfectos duplicados de la realidad sensible o
creíbles criaturas imaginadas. Es el
tipo de simulacros al que Andrew Darley (2002) bautiza “fotorrealismo simulado” (p 34) (23), ampliamente difundido por el cine comercial y que persigue como objetivo
“asombrar los sentidos”…y despertar “emoción tecnológica” (ibídem p 165). El afán por el realismo prioriza el
espectáculo sobre la metáfora. Este tipo de realismo vectorial supera a todo
logro de la pintura, fotografía o cine en su objetivo de crear ilusiones que
son de cuño matemático. Necesito subrayar que a mi criterio no es ciertamente
el verismo el único ni más alto objetivo
del arte.
Las imágenes que percibía el protagonista de “La
invención de Morel” eran una simulación, basado
en la vivencia del cine por parte de su autor. Pero como dijimos, no es el
cine la única fuente que sustenta el pensamiento de Bioy Casares para concebir
su “invención”, ya que la lectura visual del cine de los años treinta guarda una diferencia abismal con el actual “fotorrealismo
simulado”. También es insoslayable cómo construimos hoy un criterio
de realidad a partir de la convivencia cotidiana con los llamados entornos virtuales,
utensilios y sistemas digitales que gerencian nuestro criterio de tiempo,
distancia, presencia/ausencia, realidad/simulación, analogía/virtualidad. En
1940 la percepción visual e intelectiva del binomio realidad/ficción, era otro.
Seguramente lo que permitió al autor concebir la “invención” fue la experiencia
del cine, pero ésta maridada con su saber matemático y huelga decirlo, su
insoslayable talento.
Hasta ahora consideré que lo percibido por el
protagonista había sido – tal como se narra - grabado por cámaras y reproducido.
Dentro del terreno de las posibilidades de las Nuevas Tecnologías y aún siendo
infieles al texto, quiero dar lugar a suponer que las visiones del protagonista
podrían ser animaciones vectoriales, realizadas por medio de motion o performance capture
(24), En tal caso la amada Faustine,
podría haber existido analógicamente, pero en vez de ser su imagen filmada para
perdurar en su plenitud “eternamente”, lo percibido por el prófugo sería una
creación digital. Cabría desde esta hipótesis por el absurdo suponer que ho
hubiese referente analógico alguno y que la exquisita Faustine, fuera una creación
puramente vectorial, operación matemática, con correspondencia con ninguna
materialidad analógica: una creación cien por cien electrónica. De seguir esta
aventurada hipótesis, hoy tecnológicamente posible, Faustine tendría la misma entidad
que la “protagonista” de la película de Andrew Nicoll (2002) “S1m0ne” (25). Según
este guión la ficcional “actriz” es “creada” para sustituir a una actriz “real”.
S1m0ne es dato que promueve la
ilusión colectiva de tener una existencia sensible. Si acaso Faustine fuera de
naturaleza puramente matemática ¡Qué pena! Sólo suponerlo momifica la poesía.
Siguiendo la lógica de la simulación digital debo
considerar, que cabría considerar que el protagonista podría estar sometido al
fenómeno de la Realidad
Virtual. Habría entonces que suponer que el prófugo estaría
en presencia de virtualidad pura y que cuanto percibe y vivencia está en su
mente, como una ilusión onírica matemáticamente programada, siendo la isla, los
intrusos y su amada mujer, una ilusión creada por su mente por haber sido
programada a tal efecto. No olvidemos que en el informe se precisa que las
máquinas eran capaces de grabar también las “sensaciones” lo que muestra el
genio visionario de su autor al imaginar que alguna tecnología podría lograrlo
algún día.
Sea un tipo de simulación u otro, el Profesor Felipe
Martínez no avizoró los alcances de la
ciencia matemática que enseñó a su joven discípulo Adolfo Bioy Casares.
6.3 Tecnología del simulacro de
Morel.
En
1940 las tecnologías para la captura y proyección de imagen y sonido eran primarias
con respecto a las contemporáneas. Entonces tenían soporte analógico destinado
a sufrir el deterioro que opera el tiempo sobre las cosas. La Fotografía , cuyo primer
soporte de imagen fue la placa de vidrio, asumió luego como “negativo” a la cinta de celuloide, mientras
que el cine, consecuente tecnológicamente con la fotografía, usa igualmente el
mismo material. El disco de grabación
analógica fue soporte del proceso grabación/copiado
del sonido. Es notable que Bioy Casares conciba las imágenes grabadas en discos.
Es evidente desde una lectura filosófica,
que la novela transita una metafísica reflexión sobre la eternidad, poblada
además por una entrañable historia de amor romántico. Aunque categorizada
dentro del marco de la literatura fantástica, desde otra perspectiva, como la
que persigue este análisis, se la puede incribir además, como literatura de anticipación científica y
tecnológica, a la manera de los escritos y esquemas desarrollados por Leonardo
Da Vinci o las visionarias tecnologías concebidas literariamente por Julio
Verne.
6.4. La ausencia de interfaces
El protagonista sobrevivía difícilmente en los bajos de la
isla, anegado por las aguas, alimentado con raíces, luchando contra las
inclemencias naturales. Su difícil sobrevivencia se veía acentuada por su
condición de prófugo. Otra riqueza literaria que suma su autor a la novela, al
no referir de qué o quién huye. No es la trama policial la que subraya, sino la
construcción de la maquina de generar la simulación y los sentimientos del
protagonista. Al panorama existencial
del prófugo, sumamos la tortura psicológica de no poder establecer vínculo
alguno con ningún “habitante” de la isla, necesidad que se sustantiva en su
afán de comunicarse con Ella, el objeto de su amor. Dijimos ya que intenta ser
visto y oído sin lograrlo. Pero, entendido el Sistema creado por Morel desde la Nuevas Tecnologías ,
podemos describirlo como no interactivo
y su padecer psíquico, al saberse único habitante vivo de la isla, se potencia al
descubrir el simulacro que ha engañado a su conciencia.
Concibe entonces lo que cree su único recurso para vincularse
con Faustine y como quien programa una
interfaz para interactuar con un sistema , planifica el trágico desenlace y se
convierte él mismo en imagen capturada.
Me permito una digresión más literaria que académica: su gesto es apoteosis de una tecnología
de anticipación, pero es igualmente apoteosis del amor. Como performer de un mefistofélico video game en el que tiene que superar
obstáculos para lograr la meta, se graba con las “máquinas” de Morel, sin
alcanzar el objetivo de vincularse con Faustine. Muere él también a su
existencia analógica al ser capturado por las lentes de la máquina, sin lograr
el ansiado vínculo. Sus respectivos datos
están grabados en discos (archivos) diferentes.
6.5. “Apocalípticos e Integrados” a
la tecnología.
Podemos entender al prófugo como un usuario del “juego”
de Morel que asume más tarde el rol de un pro-sumer
(productor y consumidor) , incorporándose al Sistema. Las Nuevas Tecnologías gerencian
en el ánimo de muchos una condición de “apocalípticos”
que resisten al giro cultural operado por la Sociedad de las TIC. En
“Apocalípticos e Integrados” Umberto Eco (1995) sostiene que “…toda modificación de los instrumentos
culturales, en la historia de la humanidad, se presenta como una profunda
puesta en crisis del “modelo cultural” precedente…” (p 21) (26). La sociedad se dividía – al menos en el momento de
publicado el texto de Eco – en agentes
que él denomina “apocalípticos” e “integrados” a las Nuevas Tecnologías. El
prófugo no teme a las máquinas cuyo trágico destino conocía; no huye de lo que
sabía condenaría su existencia analógica, y se comporta como un “integrado”. Ante
la novedad tecnológica se integra a la potencialidad de una existencia
artificial. Gesto vital con el que asume un giro histórico y sus consecuencias.
Los amigos de Morel por el contrario, ignoraban estar siendo grabados y
sometidos a la máquina. Ignoramos cuál hubiera sido su decisión de saber que
morirían para alcanzar un simulacro de eternidad en la forma de imagen
registrada. El temor que despierta la artificialidad es todavía en gran parte anatema.
El prófugo se entrega a la tecnología, por amor, pero se entrega.
6.6 Entornos Virtuales hoy. Una
digresión para comprender la construcción de la realidad en 1940 y hoy.
“La invención de
Morel” no trata solamente de tecnologías, desarrolla igualmente el vínculo entre lo real/lo
simulado. Interpreto el padecer del
protagonista como metáfora anticipatoria del todavía difícil vínculo entre
hombres y tecnologías, ciertamente superado por los nativos digitales que no interrogan
ni teorizan la tecnología, la usan. Los entornos virtuales han mudado el
escenario en el que se desarrolla el día a día. Sin arrojar un jucio crítico,
analizo cómo los entornos virtuales gerencian hoy nuestro criterio de realidad
y cómo la simulación se integra a las acciones y conceptualizaciones que
desarrollamos en la vida contemporánea. Sistemas robóticos gerencian la comunicación
institucional. La telefonía celular digital habilita un fluir comunicacional
donde quiera que estemos, el tipeo de un
sms, mail o twitter substituyen voz o encuentro por la letra
escrita. La videoconferencia habilita el protagonismo de la cercanía en la distancia
y la ficción de la cercanía. Sintetizamos emociones con emoticones o nos presentamos en la Red con avatars (íconos que nos identifican, como
proyección de nuestra identidad analógica). El hiperrealismo del video game y
los juegos de rol nos remiten a la sumersión en la pantalla de aquellos espectadores
que, en la primer representación cinematográfica vieron la llegada del tren a
la estación de Ciotat y creyeron que el tren los arrollaría (27).
No me refiero
aquí a la versión 3D de la misma película, sino a la original, frente a la cual
los espectadores estaban formados en una cultura visual que desconocía la
posibilidad de tal realismo. Blogs y Comunidades proyectan en foros que se
multiplican en redes comunicacionales la vida personal – a la que se ha
sumadado ahora la vida Institucional - sintetizada en fotos y mínimos relatos mudando
lo privado a lo público y rompiendo las barreras entre un estadio y el otro.
Las comunidades virtuales han gerenciado una verdadera revolución en materia de
suma de individualidades integradas por mínimos acuerdos, pero que conforman
una red social inimaginable e imposible de consolidar en la topografía
analógica. Los datos que se suben a la red ¿Son reales? ¿Importa que lo sean?
En contraste con las comunidades virtuales que persiguen la comunión de identidades
“supuestamente” reales, existe el escenario “ideal” de los avatars (28) de Second
Life en el escenario donde el usuario proyecta una vida
concientemente ficticia. Foros académicos construyen inteligencia colectiva en la red, sin la presencialidad del
encuentro en un Congreso. El aula virtual muda la histórica y valorada tradición
presencial del vínculo profesor/estudiante. Giro sociocultural de lazos
relacionales con prescindencia del contacto analógico. El GPU es guía precisa de
la ruta. El “flâneur” de Baudelaire empalidece su sentido. El “Citysense” (29) de Black Berry puede
localiza el movimiento de la vida nocturna en determinado sitio, dando una respuesta
digital a la necesidad de vincularse socialmente y una pantalla de cristal
líquido responde a la soledad de quien lo acciona. Pequeñas dosis diarias de
credulidad.
Notable giro cultural, inimaginable cuando en 1940 Bioy Casares concibe
un dócil protagonista que se entrega a una desconocida tecnología, precediendo
en décadas al hábito ya incorporado por los “entornos virtuales”, de quebrar los
límites entre ficción y realidad que comprometen hoy a un gran espectro de las
sociedades integradas a la globalización.
La lectura de la
obra como “La invención de Morel” en el contexto actual no es la misma que en
1940. La cultura impuesta por los “entornos virtuales” ha cambiado nuestra
manera de ver y de interpretar la realidad. Quiero situar en el escenario de los
citados entornos virtuales cotidianos al frágil margen entre verdadero/falso (analogía/virtualidad)
que vive nuestro protagonista. Interpreto
que el padecimiento psíquico del prófugo ¿Acaso prófugo de la realidad? y su
trágica decisión final, profetizan el borroneado linde actual entre lo real y
lo aparente. “La invención de Morel” suma así a la anticipación de tecnologías,
la exploración de los blandos bordes de todo simulacro. Genialidad literaria
que atraviesa la plural gama del sentimiento humano, desde el amor al
sufrimiento físico y moral, la soledad, la frustración, el desdén, la
entelequia de la eternidad.
Al final del texto, y sabiendo que sus datos quedarían
grabados en un disco - ¿Acaso archivo? - diferente al que contiene los datos de
Faustine, el prófugo implora al lector:
“Al hombre que,
basándose en este informe, invente una máquina capaz de reunir las presencias
disgregadas haré una súplica: Búsquenos a Faustine y a mí, hágame entrar en el cielo de la
conciencia de Faustine. Será un acto piadoso”. (Bioy Casares 1940) (p. 155) (30)
Ellos aguardan,
tan quietos como los protagonistas de una novela, que las tecnologías digitales
y los progresos tecnológicos en materia de interfaces que puedan desarrollarse,
hagan posible ese encuentro. Será un acto piadoso.
Conclusiones
1940. Mundos
paralelos. Analogía y virtualidad. Imposibilidad de vincular lo real y lo ilusorio. Datos de
imagen contenidos en un disco. Sistema autónomo de proyección en looplayback. Un
texto de ficción que hoy puede leerse como anticipación científica, como precognición
de la simulación virtual.
Estoy lejos de inferir
que el autor se refiera implícitamente a medios informáticos, inexistentes en 1940,
sí que la coexistencia de mundos paralelos es hoy realidad, que el sistema
descrito puede construirse como una simulación digital, que es posible la
proyección de imagen en el espacio
multidimensional y que lo que el protagonista percibe podría construirse como
una sofisticada Multimedia no interactiva.
Calderón de la
Barca se interrogaba por el blando margen entre lo onírico y
lo real. La
Inteligencia Artificial , hoy objeto de estudio, pronto será,
como todo lo que impacta la conciencia del hombre, un instrumento para el arte.
Leo, aún ajena a toda voluntad de su autor, a la
imploración final del protagonista como una invitación al desarrollo de
tecnologías capaces de hacer posible el encuentro, seguramente virtual, del Prófugo
y Faustine.
Prof. Susana Pérez Tort
Citas :
(1) Es significativo que el autor bautice a la
protagonista con el femenino de “Fausto”.
(2) The Truman Show: dirección de Peter Weibel , guión de
Adrew Nicoll. 1998. La película es una fina metáfora de la construcción de la
realidad en el seno de la
Sociedad de la
Información y la Comunicación.
(3) Entrevista realizada por Silvina Hopenyan, emitida el
20 de Septiembre de 2008 por Canal “Encuentro”, Buenos Aires.
(4) Dennis Gabor. El Premio Nobel de Física inventa la
holografía en 1947 con el propósito de auxiliar la ciencia bioquímica. Seguramente
nunca imaginó que su creación sería una herramienta del arte.
(5) Datos
extraídos de http://www.kinepolis.com/es/index.cfm?PageID=108230
(7) Ibídem.
(8) Entrevista a Adolfo Bioy Casares publicada en
youtube:
(http://www.youtube.com/watch?v=QmylvasfPXk,
dato del 10/11/2009).
(9) “Hace un año en
Marienbad”. Título original “L’année dernière à Marienbad”. Dirección de Alain
Resnais y A Robbe-Grillet. Francia. 1961. Fotografía en blanco y negro. Gana:
León de Oro del Festival de Venecia, Premio Meliés y Premio Festival de
Acapulco (1961).
(10) “El afinador de piano de los terremotos”. Título original: “The piano turner of earthquakes”. Directores: “De Quay Brothers”: Stephen y Timothy Quay.
USA. 2005.
(11) “Lost” , serie televisiva producida por ABC y Bad
Robot. Proyecto de J.J. Abrams, Danion Lindelof y Jeffrey Liebre. Guión que
tiene puntos de contacto con la novela de Bioy Casares. Sólo en una toma hay
una cita explícita, al presentar a uno de los actores protagónicos leyendo una
edición en inglés de “La invención de Morel”.
(12) Sitos Web que
exponen videos y ensayos referidos a “La
invención de Morel” .
(publicados entre enero y noviembre 2009)
http://portal.educ.ar/debates/educacionytic/debate/la-invencion-de-morel.phpmhttp://axxon.com.ar/not/140/c-1400070.htm
(13) Barthes, R. en “La cámara lúcida, Notas sobre la fotografía” sostiene que “La fotografía es
la momificación del referente. El referente se encuentra ahí, pero en un tiempo
que no le es propio…pues el referente rasga con la contundencia de lo espectral
la continuidad del tiempo” (p. 23) .
Barthes llama referente a lo
que está frente a la lente en el momento de la toma, lo que impacta el negativo
(en la fotografía físico/química) o lo que se traduce los estímulos físicos en
un sistema electrónico para quedar contenido en un archivo, en el caso de la
fotografía digital.
(14) El párrafo alude
metafóricamente al título del texto de Jean Baudrillard “El crimen perfecto” en
el que desarrolla la idea de que “ … como
ya no somos capaces de afrontar el dominio simbólico de la ausencia, estamos
sumidos en la ilusión contraria, la ilusión, desencantada, de la proliferación
de las pantallas y las imágenes” (p. 15).
(15) “2001 Odisea del Espacio” titulo original: “2001
Space Odyssey”. Dirección Stanley Kubrick, guión de Stanley Kubrick y Arthur
Clarke. 1968. Distribuida por MGM.
(16) “The Matrix” trilogía desarrollada entre 1999 y 2003
por los hermanos Larry y Andy Wachowski. Los títulos de la saga fueron “The
Matrix”, “Matrix Reloded”, “Matrix Revolution”. En las sucesivas tramas se
desarrolla la idea de la confrontación de la esclavizada humanidad y un
simulacro virtual, que sin embargo necesita apoderarse de la energía humana para
subsistir.
(17) Gubern, R. “La hipótesis del lago” se desarrolla en
el primer capítulo del ensayo “El simio informatizado”. Premio de Ensayo
Fundesco. Madrid. 1987
(18) Me refiero a la pintura como tecnología en los
términos en que Sabater, F. en su texto
“El valor de elegir” (p. 94) aclara cómo el término “tecnología” es
generalmente usado como sinónimo de Nuevas Tecnologías, sin considerar que la
tecnología fue usada por el hombre en fases por cierto anteriores al desarrollo
digital.
(19) Magritte da comienzo en 1926 a una serie de pinturas
que analizan la entidad de la imagen. La paradigmática de la serie se titula:
“La traición de las imágenes”. La polisemia y
riqueza lingüística de esta serie es estudiada por Michel Foucault en “Esto no
es una pipa, ensayo sobre Magritte” (Foucault, M. 1981).
(20) Ready Made u Object Trouvé, es el nombre con el que Duchamp bautiza al “objeto
encontrado”, conjunto de “cosas” con las que realiza sus obras. La intención es
sustituir la tradicional representación icónica, por la presentación. Propone los objetos de uso
cotidiano- prefabricados- como obra de arte, con lo que construye una reflexión
sobre el juicio estético y la prioridad que se ha dado al oficio artesanal de
la “manufactura” de la imagen, por sobre la idea de la obra. Duchamp rompe con
la simulación de la realidad ofrecida por la pintura que mantuvo vigente la
fascinación por el duplicado, como en tiempos de la imagen reflejada en el
espejo del lago.
(21) En “La cámara lúcida, Notas sobre la fotografía” Barthes sostiene que “no hay
foto sin algo o alguien” (p.31) a diferencia de la pintura en la que lo pintado
puede ser una invención del artista, sin referente analógico como modelo.
(22) Hermanos Lumièré: “La llegada del tren a la estación
de Ciotat”. Película de 2m , proyectada junto a 9 cortos en el Salón Indiano de
París, un 28 de Diciembre de 1895, inaugurando la función cinematográfica.
(23) “Fotorrealismo simulado” es un término acuñado por Darley,
A. en “Cultura visual digital. Espectáculo y nuevos géneros en los medios de
comunicación”, para referirse al uso de las simulaciones vectoriales y otro
tipo de medios electrónicos que gestionan la simulación tridimensional y el
movimiento.
(24) Motion o
performance capture es un software capaz de captar las coordenadas de un
cuerpo en el espacio por medio de sensores dispuestos sobre un performer, que
traducidos a vectores dan la base para la creación de simulaciones digitales,
como las citadas por por Darley (ibídem p.37).
(25) “S1m0ne”. Dirección y guión de Andrew Nicoll, 2002.
(26) Eco, U. “Apocalípticos e Integrados”. Capítulo:
“Cultura de Masas y “Niveles” de Cultura” (p.21).
(27) En 1934 Lumière presentó una versión 3D de su
legendaria “La llegada del tren a la estación de Ciotat”. En el terreno de la
especulación, supongo que los nuevos espectadores, que ya sabían a qué se
exponían, no habrán de haber tenido la misma espontánea reacción de los
primitivos asistentes a la primer función de cine.
(28) Me refiero aquí no a la ficcional creación
científica de “avatars” o duplicados humanos que plantea el homónimo film de
James Cameron, sino al uso genérico del término como ícono que identifica a un
usuario y que en el caso de esta comunidad virtual, son lógicamente una
idealización del mismo.
(30) “La invención de Morel” Adolfo Bioy
Casares.
BIBLIOGRAFÍA:
Barthes, R. La
cámara lúcida. Notas sobre la fotografía. Editorial Paidós Comunicación. Buenos
Aires 2003.
Baudrillard J.
“El crimen perfecto”. Anagrama. Colección Argumentos. Barcelona 1996.
Baudrillard J.
“La ilusión sin fin. La huelga de los Acontecimientos”. Anagrama. Colección
Argumentos. Barcelona 1993.
Baudrillard J. “La
guerra del Golfo no ha tenido lugar”. Anagrama. Colección Argumentos. Barcelona
1991.
Bioy Casares A.
“La invención de Morel”. Emecé Editores, 33º impresión. Buenos Aires, 2000.
Bioy Casares A.
“La trama celeste” cuento corto de Adolfo Bioy Casares publicado en “Historias
fantásticas”. 1º Edición Adolfo Bioy Casares, 1972, Buenos Aires.
Darley A. “Cultura
visual digital. Espectáculo y nuevos géneros en los medios de comunicación”.
Paidós Comunicación 139 Cine. Barcelona 2002.
Eco H. “La
estrategia de la Ilusión ”.
Ediciones La flor.
Foucault M. “Esto no es una pipa, ensayo
sobre Magritte”. Editorial Anagrama. Barcelona 1981.
Gubern, R. El
simio informatizado. Fundesco. (Premio de
Ensayo) Madrid. (1987)
Londoño F.C. y Valencia M.U. “Diseño Digital. Metodologías, aplicación y
evaluación de proyectos”. Universidad de Caldas, Manizales, Colombia, 2006.
Savater F. “El
valor de elegir” . Editorial Ariel, Buenos Aires, 2003.
* Los sitios web usados para la elaboración de este texto
se consignan en las Citas.
Profesora Susana Pérez Tort
2008/2010
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