VILEM FLUSSER. Entrevista en Osnabrück, Alemania: “On righting
complexity and the technical revolutions”.
Osnabrück
European Media Art Festival. Septiembre de 1998.
VF:
Estoy aquí en Osnabrück por la siguiente razón. Me impresiona el hecho de que
una de las más importantes dimensiones de la presente revolución cultural no
está suficientemente acentuada. A saber: el hecho de que la comunicación
lingüística, tanto la palabra hablada como la escrita, no son más capaces de
transmitir los pensamientos y los conceptos que tenemos para referir al mundo.
Nuevos códigos están siendo elaborados y uno de los códigos más importantes es
el de las imágenes tecnológicas.
Entonces vine a Osnabrück
(Osnabrück Universidad de Ciencias Aplicadas) para ver qué es lo que la gente
está haciendo. Déjenme que les explique vagamente lo que quiero decir con esto.
Ha sido claro por algunos
siglos que si queremos entender el mundo, no es suficiente describirlo con
palabras, es necesario calcular el
mundo. De modo que la ciencia ha tenido más recurrencia a los números, que son imágenes de pensamiento. Por ejemplo
“dos” es la imagen del concepto par o pareja. Entonces este código ideográfico,
que es el código de los números, h sido desarrollado de una forma muy refinada
últimamente por computadoras. Los números están siendo transcodificados a
códigos digitales, y los códigos digitales son en sí mismos, transcodificados a
imágenes sintéticas en lugar de palabras y esto es una revolución verificable en el orden del pensamiento.
Estoy sumamente
interesado en esto, pero debo confesar que a partir de mi experiencia en
Osterbrück, no he visto mucho en ese sentido. La razón puede deberse a que la
gente no conoce aún cómo manejarse en realidad con estos aparatos ¿Esto
responde a su pregunta?
Pregunta: Puede ser. Aquí hay algo relacionado con el
desarrollo de conceptos de su libro “Die Schrift - Hat Schreiben Zukunft?” (La
escritura, ha escrito el mundo? Göttingen, 1987).
VF: En este libro quiero decir lo siguiente:
Cuando la escritura
alfabética fue inventada, digamos hace 3500 años, no sólo se transforma nuestra
forma de experimentar el mundo, sino incluso involucra nuestro modo de actuar
en él. Antes de la invención de la escritura, las imágenes tradicionales se
usaban como mapas del mundo y las estructuras de las imágenes involucraba una
manera específica de mirar el mundo: el estadio mágico. Entonces, cuando se
inventó el alfabeto, el mito dio lugar al pensamiento crítico de la historia,
porque la estructura de la escritura es lineal, es uni-dimensional, una línea
con una única dirección. Entonces así la gente pudo desarrollar el pensamiento
históricamente, de forma causal y con
pensamiento crítico.
Ahora que se ha
interrumpido esa línea y que ha devenido puntos; ahora que el discurso ha sido
substituido por el cálculo, el pensamiento histórico lineal y progresivo, se
abandona a favor de un nuevo tipo de pensamiento, que a mí me gustaría llamar sistémico, una forma de pensamiento estructural. Por lo tanto, creo que
estamos siendo testigos de una revolución que puede ser comparada con la que
dio origen a la Historia.
Yo sostengo que antes de
la invención de la escritura la gente pensaba en términos pre históricos,
después de la invención del alfabeto, se elaboró la conciencia histórica y
ahora comenzamos a elaborar una post historia y una nueva forma de estructurar
el pensamiento.
Pregunta: En su conferencia Ud. Hizo una distinción ente la
complejidad estructural y la funcional.
VF:
Sí, así es.
Pregunta: ¿Podemos oír más acerca de eso?
VF: Sí. Pienso que los
sistemas pueden ser complejos en dos sentidos: un sistema puede ser
estructuralmente complejo. Por ejemplo puede haber sistemas en los que los
elementos mantienen una muy compleja relación entre sí, pero también pueden ser
funcionalmente complejos, lo que significa que uno usa ese sistema lo debe usa
de manera compleja. Ahora esas dos complejidades son independientes una de la
otra. Un sistema estructuralmente complejo puede ser funcionalmente simple, como
una caja de televisión, que es una estructura de una complejidad casi
impenetrable, pero cuyo uso es extremadamente simple. Por otra parte, sistemas
simples como el ajedrez, pueden tener una complejidad funcional de
manipulación. Es un hecho que la complejidad funcional de los sistemas son un
desafío para el pensamiento colectivo, mientras que sistemas de funcionalidad
simple, son estupidizantes, idiotizantes. Entonces estos sistemas complejos que
están emergiendo, son complejos en un sentido estructural, si son
funcionalmente complejos o no, eso depende de nosotros. Hasta ahora, los
sistemas complejos están siendo usados para cuestiones funcionales, simples, motivo
por el cual la estética intelectual, incluso en un nivel ético de la humanidad,
está decreciendo.
Pero esto no es una falla
del sistema, es una falla de los usuarios del sistema. Con el tiempo podremos
aprender cómo dar una complejidad funcional a estas estructuras y ese el
objetivo de mi compromiso.
Pregunta: ¿Piensa que existe o se desarrolla una disciplina
que se podría llamar “filosofía de las imágenes” o “teoría de la imagen”?
VF: Sí pienso que hay una larga historia de filosofía de las imágenes, la
mayoría de ellas negativa debido a que en nuestra tradición griega y judía la
filosofía ha tenido prejuicios con respecto a las imágenes, es el prejuicio de
que la imagen es solo una copia, una simulación del pensamiento, por lo que, o
bien se prohíbe hacer imágenes ose aceptan con gran desconfianza. Pienso que
esto está cambiando porque las imágenes ya no representan al mundo, estas
nuevas imágenes son articulación del pensamiento, no son copias sino
proyecciones, modelos. Por lo que una nueva actitud hacia la imagen se hace
necesaria y creo que se está desarrollando.
Benjamin fue uno de los
primeros pensadores que articuló esta idea y creo que estamos todos en esa
tradición.
Pregunta: ¿Cuáles son los científicos que en este siglo
trabajan en esa dirección? ¿Cuáles los que son importantes para Ud., incluso si
sus ideas no van en esa dirección?
VF: Puedo darle dos nombre. En primer lugar Roland Barthes, para mi es muy
importante y yo comencé desde su pensamiento, a pesar de que yo considero que
está totalmente equivocado; y en el otro extremo Mac Luhan quien propone una
actitud hacia la imagen que yo considero fascistoide;
estoy completamente en contra suyo, pero sin embargo es un punto de partida, y
puedo citar un tercer pensador: Abraham Moles, quien es un amigo cercano y con
quien mantengo contacto diario, pero con quien intento estar más y más en
desacuerdo.
Me gustaría decir lo
siguiente si es posible: Cada revolución, sea política, económica, social o
estética es en su último análisis, una revolución tecnológica. Si uno observa
las grandes revoluciones en las que se ha comprometido la humanidad, digamos la
revolución neolítica o la revolución del bronce, o la edad de hierro, o la
revolución industrial, cada revolución de hecho es una revolución tecnológica.
Tal la revolución presente, pero hay una diferencia: hasta ahora las técnicas
siempre han simulado el cuerpo. Por primera vez nuestras nuevas técnicas
simulan el sistema nervioso por lo que es por primera vez real que sí se puede
decir, una revolución inmaterial y para usar un viejo término: revolución
espiritual. Creo que es importante decir esto en su contexto.
Traducción: Susana Pérez
Tort
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